Sunday, May 22, 2011

El Perfil Productivo del Futuro Profesional

Ciertamente los tiempos presentes están revestidos de tintes pragmáticos, y las teorías que buscan el perfeccionamiento de los sistemas de interacción humanas son escuchados pero no tomadas en cuenta.  Es el mismo caso de la formación adulta universitaria.  Los estudiantes no van en busca de una universidad que les brinde una enseñanza integral; más bien apuestan por una preparación absolutamente técnica y suficiente para adaptarse a las necesidades laborales actuales. Ante este panorama, y siendo realistas, el perfil del profesional del futuro en cuanto a sus competencias laborales debe ser el de un eterno aprendiz, capaz de adquirir conocimiento por sí mismo, buscador de la ayuda en las fuentes correctas, y poseedor de una evaluación cualitativa y continua.  Los docentes deben entonces tomar esos 3 elementos y aplicarlos en cada uno de sus cursos.

En cuanto a la persona como eterno aprendiz, deben las casas de estudio enseñar la educación permanente y promoverla.  Una de las razones por las cuales esto debe ser así, es porque un futuro graduado va a representar el producto final que la universidad ofrece.  Deben las instituciones asegurarse de que están colaborando con la sociedad al formar individuos capaces de utilizar conocimientos y técnicas previas para producir conocimiento y esquemas nuevos, utilizando como vehículos la creatividad, el libre pensamiento, y la sistematización de la adquisición del conocimiento. Es así que, por ejemplo, un egresado del curso de composición escrita del inglés, no sólo va a recordar los principios y técnicas para escribir correctamente, sino que los va a aprovechar en su vida trabajo para comunicarse con casas editoras, grupos capacitadores, o inclusive para solicitar una beca para su optimización profesional.

No debe ser un docente el salvavidas del estudiante, sino más bien un canal por medio del cual el aprendiz llega a descubrir las soluciones a sus inconvenientes.  Constantemente los profesores de Inglés corrigen los errores al hablar de sus estudiantes, inclusive los ponen a trabajar en ellos como práctica para poderlos suprimir.  Sin embargo, pecan los tutores al no darse cuenta que las personas deben formar un monitor que les diga cuando se equivocan, esa voz interna que inmediatamente nos corrigen cuando hacemos un error al hablar; o sea, que se necesita buscar las técnicas necesarias para que el estudiante construya esa voz interna, en vez de esperar que el profesor le indique cuando se equivoca. 

¿Qué va a suceder con  un individuo si toda la evaluación que recibió en su tiempo de preparación profesional fue sumativa o cuantitativa? Pues esa misma persona aplicará el mismo proceso a la hora de hacer apreciación final de los procesos en su trabajo.  Todo lo verá en función de números fríos y dejará a un lado el sacarle provecho a los inconvenientes y falencias ocurridas durante el proceso.  No deben los docentes permitir que un comentario o acción se evalúe linealmente;  al contrario debe entenderse qué trasfondos y circunstancias llevaron a una persona y otra a terminar una determinada actividad de una forma u otra.  Tal es el caso de la preparación de los futuros profesionales en el idioma Inglés.  Las expectativas para la producción de una presentación oral son las mismas normalmente para todos.  Pero no sería más enriquecedor analizar desde antes de la construcción de la prueba evaluativa cuáles aspectos técnicos-cognitivos y del trasfondo de cada persona pueden ser mejor utilizados a la hora de realizarse; y yendo más allá, diseñar instrumentos para que los propios estudiantes evalúen en qué pueden mejorar lo que presentaron, qué técnicas de comunicación y elementos fonéticos estuvieron bien y son ya consolidados para construir nuevo conocimiento y cuales ocupan mejorar; y por qué no darles el chance a todos de retroalimentar con ideas a los demás; y óptimamente que los estudiantes tengan el chance de mejorar su prueba utilizando todo el feedback acumulado y presentarlo para demostrar la efectividad de su autoevaluación, todo bajo un tiempo anticipadamente bien planeado.  ¡Cuánto cambiarían los resultados de las oficinas de empleados públicos si una autoevaluación así de continua y productiva existiera!

Por lo tanto, el mejor perfil de un futuro profesional no lo determinan la visión o misión de una universidad, o el programa de un curso en particular, más bien lo determinan las circunstancias actuales del mundo laboral. Por eso deben las universidades prepararse para producir recurso humano que cumpla con esos requisitos, siendo capaz de construir conocimiento, apoyarse en las fuentes correctas, y autoevaluarse para mejorar el producto final.

4 comments:

  1. Compañeros(as) y profesora, disculpen que haya publicado mi post muy al filo del tiempo. Fue una semana muy dura, llena de trabajo y me ha costado adaptarme al sistema virtual.
    No hay excusas, trataré de hacerlo más temprano en las próximas semanas.
    Qué tengan una gran semana!

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  2. Estimado Jorge:

    En un ensayo argumentativo, es importante apoyar las afirmaciones con estudios o referencias de especialistas. Su ensayo lo veo bien, pero creo que mejoraría si se apoya en literatura por medio de citas bibliográficas.
    Debe tener cuidado al escribir porque algunas frases parecen cortadas y con faltas de ortografía.

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  3. Profesora, gracias por sus apuntes. Creo que el problema fue que entendí mal la instrucción, ya que supuestamente debía afirmar mis aseveraciones con ejemplos de mi trabajo. En cuanto a las faltas de ortografía, volví a revisar el texto y no encontré ni una sola hasta donde mi conocimiento me lo dijera. Por otro lado, efectivamente hubo 2 frases en las que omití una palabra, y tres veces no utilizé los signos interrogativos.

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  4. Leyendo el blog mencionas que, "No debe ser el docente el salvavidas del estudiante". Me parece que el docente es un guía, y así como el salvavidas guía a los turistas a donde ingresar al agua o como no hacerlos y los salva de cualquier problema que se les presente, el docente debe de hacer lo mismo. Debemos darles las herramientas para que "se tiren al agua" y si llegan a necesitar nuestra ayuda, porque no darselas. Es parte de la formación el pedir ayuda y "ser rescatados", cuando ya todas las opciones o ideas se acabaron.

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