Sunday, June 5, 2011

Moviendo a las personas a involucrarse integralmente en su aprendizaje

Un adulto que es consciente de la necesidad de prepararse académicamente para solventar las necesidades básicas propias y de sus allegados, no necesita motivación para ingresar a un centro educativo para realizar tal tarea. Las clases universitarias están llenas, en su mayoría, de personas que tienen una motivación muy grande para estar ahí. La tarea motivacional del docente, entonces, no debe estar dirigida hacia las razones por las cuales se ingresa a estudiar; más bien, debe enfocarse en ver cómo se conmueve todas las partes de una persona para que pueda entender y asimilar los procesos de enseñanza y, lo más importante, que pueda comprender los pasos, beneficios, y deleites de ser parte de cada una de las etapas del proceso como consecuencia de ser corresponsable junto con sus instructores.


 

En su libro Educating the Entire Person (1993), Ron Dultz establece cuáles son las áreas hacia las cuales los docentes deben apuntar para conseguir que sus instruidos acepten y se involucren en su propio aprendizaje. En pocas palabras, Ron menciona que los estudiantes deben hallar relación entre las metas cognitivas y las metas requeridas que la vida familiar y social presentan. En una traducción aproximada, Dultz les llama la atención a otros profesionales educadores:


 

"Establezcamos… que la idea en educación es motivar el todo de una persona… un enfoque total de vida se requiere. Necesitamos saber cuáles son los requerimientos para vivir una vida plena y responsable, y… animar al estudiante a que tenga completo dominio de estos requisitos. La clave… es llegar a conocer y entender a uno mismo, a las personas en general, las circunstancias y ambiente que nos rodean, los caminos del mundo, y los diversos valores y principios que le agregan significado y propósito a la vida."


 

Entonces se puede decir que un adulto motivado en el estudio no es el que matricula un curso pensando en saciar necesidades, sino más bien el que es guiado en la clase a aplicar el conocimiento en su propio contexto. Es decir, la motivación para un estudiante de universidad es darles propósitos lógicos y aplicables a cada uno de los contenidos y actividades en el curso. Ante eso, Dultz también establece una serie de preguntas (traducción aproximada) útiles para que los profesores realicen una evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje. Estas interrogantes promueven la reflexión sobre la importancia de que los estudiantes tengan claros sus motivos para estudiar, la capacidad y competencias necesarias para adquirir conocimiento, la escogencia correcta de elementos y técnicas para el aprendizaje de cada uno de los sujetos, la correcta internalización del aprendizaje, y la aplicación presente y futura del conocimiento.


 

En su publicación Cooperative Learning, Responsibility, Ambiguity, Controversy and Support in Motivating Students, el professor Ronald Brecke también apunta hacia la importancia de que la motivación sea auténtica y por lo tanto relacionada a lo que los estudiantes consideran como interesante y útil. Muy bien insinúa el autor que en algún momento de su vida profesional y social la persona se va a auto-retar y cuestionar, y que tendrá que enfrentar esto con conocimiento y escepticismo, actitudes que promoverán las habilidades de lidiar con problemas que no son comunes. Son estas situaciones futuras y muchas otras las que deben tener los estudiantes enfocadas como parte de una verdadera motivación.


 

Sintetizando, se debe volver a dos conceptos en el título de este artículo: Mover e Integralidad. El educador no logra la tarea de mover (motivar) a los instruidos hasta que ellos desacomoden pensamientos y obstáculos de aprendizajes viejos, e ingresen nuevos conceptos, habilidades, e instrumentos para adquirir conocimiento. Hasta que esto ocurra, no se podrá decir que el docente ha podido desarrollar un proceso educativo real y significativo.


 

Por otro lado, se debe hacer hincapié en que toda actividad cognitiva es efectiva si logra que se internalicen sus contenidos, y para ello es menester de los profesores que su enseñanza cubra todas las partes de una persona, y que al final de la activad su integralidad esté completamente enriquecida. Ante este último punto parece justo hacer la pregunta ¿A cuál persona consciente de la responsabilidad que tiene para con su propio aprendizaje, no le gustaría involucrase en una actividad que lo va a dejar lleno y más fuerte en cada una de las áreas de su ser?


 


 


 

Cunningham, J.Krull, C.Land, N.Russell, S. Motivating Students To Be Self-Reflective Learners through Goal-Setting and Self-Evaluation. European Journal of Work & Organizational Psychology; Jun2004, Vol. 13 Issue 2, p197-216.


 

Reeve, J. Why Teachers Adopt a Controlling Motivating Style Toward Students and How They Can Become More Autonomy Supportive. Educational Psychologist; Jul-Sep2009, Vol. 44 Issue 3, p159-175.


 

Brecke, R.Jensen, J. Cooperative Learning, Responsibility, Ambiguity, Controversy and Support in Motivating Students.InSight: A Collection of Faculty Scholarship, v2 p57-63 2007. Park University, Center for Excellence in Teaching and Learning. Parkville, MO

Available online on http://www.insightjournal.net/


 

Dultz, R. (1993) Educating the Entire Person. Ron Dutlz Publishing. 3 ed. CA, USA.